Si bien la neumonía de Wuhan ya está reduciendo drásticamente la producción de teléfonos inteligentes a nivel mundial, también ha afectado a la confianza de los consumidores en el mercado mayorista de teléfonos reacondicionados. De hecho, a 13 de febrero de 2020, los proveedores de este tipo de teléfonos ubicados en China continental no han reanudado su trabajo en este campo debido al temor a la transmisión y propagación de esta enfermedad. El impacto del nuevo coronavirus (nCoV) ha provocado una importante reducción de la producción de teléfonos móviles, ya que las fábricas y agencias de venta al por mayor de teléfonos iPhone reacondicionados están aplazando sus actividades y paralizando las operaciones. Teniendo en cuenta la rapidez con la que el virus sigue propagándose, se presume que la escasez de productos y los retrasos seguirán dominando la situación, lo que repercutirá en la demanda mundial y en las cadenas de suministro a nivel global.
Razones por las que el suministro de teléfonos móviles reacondicionados experimenta demoras
Falta de personal para el transporte de carga
Un factor importante a tener en cuenta es la escasez de personal para el transporte de mercancías. Casi el 20% de los proveedores de teléfonos móviles de segunda mano de Hong Kong aún no han comenzado a operar, ya que la transmisión del coronavirus es una amenaza que va en aumento. Es de suponer que las cadenas de suministro tardarán más tiempo en recuperarse, incluso si los trabajadores comienzan a trabajar lo antes posible.
Pasar por las aduanas es una batalla
También se han endurecido las labores rutinarias en las aduanas, siendo ahora más rigurosas, por culpa de la neumonía provocada por el coronavirus. Para garantizar que se mantiene al mínimo la propagación del virus, las aduanas de Hong Kong controlan ahora las exportaciones de una manera más estricta.
De hecho, la mayoría de los proveedores de teléfonos móviles de segunda mano manifiestan que las recientes incautaciones llevadas a cabo por las aduanas están aumentando de forma gradual y constante, pues todos los países están preocupados por la expansión de la enfermedad. La OMS ya ha declarado una emergencia sanitaria internacional, lo que fomenta el aumento del pánico y el caos.
Retrasos en las entregas mensuales
Existe una demora en la reanudación del trabajo que, unida a la incertidumbre sobre cuándo se reincorporarán los empleados, está empezando a pasar factura lentamente a las entregas mensuales de componentes clave, retrasándolas. Al mismo tiempo que las tiendas mayoristas de teléfonos reacondicionados experimentan un retroceso, los suministros de componentes sueltos en lote (SKD, Semi-Knocked Down) como son los paneles táctiles, cristales protectores y chips de memoria también sufren un retroceso. Y no podemos olvidar
el hecho de que las barreras logísticas están provocando un fuerte aumento del coste de los teléfonos móviles.
Una tregua del caos
Desde el año 2013, China ha sido uno de los países punteros del mercado de smartphones. Sin embargo, incluso si la amenaza inminente de la epidemia de neumonía de Wuhan empieza a remitir, recuperar la normalidad en la cadena de suministro, logística y otras operaciones y que todo vuelva a funcionar sin problemas puede llevar semanas.
Todo el mundo desea con esperanza que esta enfermedad que amenaza la vida termine más pronto que tarde, y el objetivo es que los equipos médicos que están en primera línea luchando contra esta epidemia estén a salvo y que los pacientes víctimas de la epidemia se recuperen.
